Da pena como está Chelo Almarante quien cantaba la Fosfórera, Se fue la luz entres otros éxitos

En el portal  de merengala salió una publicación que da pena sobre la situación que está pasando el cantante de los merengues de los 80 Chelo Almarante.

Una figura que puso el merengue en alto con la orquesta de Luís ovalle.

Este es uno de los mejores cantantes que ha tenido nuestro merengue. Su afinación, su dulzura en la voz, así como su manejo de la clave que sustenta la base del merengue. 

Color de voz único en su estilo. Todo eso  corresponde al cantante que identificaba la orquesta del maestro Luis Ovalles, una de las mejores  orquestas de merengue  de todos los tiempos.

Me refiero al señor Chelo Amarante, intérprete de éxitos como La Fosfórera, Se fue la luz, Déjenme vivir mi vida entre otros.  

En la  foto de la derecha  aparece interpretando uno de los temas que hizo popular con esta orquesta que estubo muy de moda en los años ochenta  y en  la izquierda es la misma persona. Lógicamente los años nos pasan a todos, pero una diferencia notable la hacen los "vicios" en los seres humanos.

Chelo Amarante se ha dejado ganar del alcohol y parece sin retorno.

Más en un país que parece ignorar sus grandes glorias. Un país donde no hay instituciones que respalden y ayuden al ser humano como tal. 

Dónde están la asociaciones de músicos y cantantes dominicanos, AMUCABA o quien sea. Es penoso ver estas cosas en personas con tanto talento.

Algunos meses atrás Amarante estubo recluido en la clínica del doctor Cruz Jiminian y fue sometido a un proceso de desintoxicación.

Luego retornó sano a su hogar, pero meses después retornó al vicio del alcoholismo. 

En aquella ocasión los médicos que le asistieron, evaluaron y elogiaron la rápida recuperación del cantante de la Fosforera y algunas personas contribuyeron con la reparación de su humilde casita en Moca.

Esperamos que al igual que muchos otros artistas dominicanos, este gran músico y cantante pueda superar esta horrible situación por la que atraviesa y que nuevamente podamos volver a verlo interpretando nuestro merengue con la calidad con que solía hacerlo en sus años de sobriedad.